
El caso que encendió las alarmas
Los técnicos de un tambo de 1060 vacas Holando Argentina, localizado en Rivadavia, provincia de Buenos Aires, que operaba bajo un sistema de corrales con cama de tierra, detectaron un aumento inusual en los cuadros respiratorios, sin un patrón estacional claro y con una respuesta limitada a tratamientos antibióticos.
La detección de esta mayor frecuencia de enfermedad respiratoria fue posible gracias a la reciente implementación de un sistema de monitoreo de actividad (DeLaval DelPro®). Ante una caída repentina en la producción individual de leche, las vacas eran apartadas para su evaluación clínica. A lo largo del año, la prevalencia clínica de enfermedad respiratoria aumentó del 5 % al 12,7 % del rodeo.
Mediante este esquema, se identificó una vaca de cinco años, en su segundo tercio de lactancia, que presentaba disnea, ptialismo, taquipnea, ortopnea y temperatura rectal normal. Al no responder al tratamiento con flunixin meglumine, se decidió su eutanasia para su estudio post mortem.
Un nuevo tipo de enfermedad respiratoria
La enfermedad respiratoria bovina (ERB) es una de las principales causas de pérdidas económicas en la ganadería. Su origen suele asociarse a agentes infecciosos, pero también existen causas no infecciosas menos conocidas que afectan la salud pulmonar. Un reciente trabajo publicado en Revista Veterinaria por investigadores del INTA Balcarce y la UNLPam documenta el primer caso compatible con neumonía por hipersensibilidad en bovinos lecheros de Sudamérica.
La investigación, encabezada por Emiliano Sosa y Germán Cantón, permitió confirmar lesiones caracterizadas por enfisema pulmonar y mediastínico severo. El examen histológico mostró engrosamiento de septos alveolares, abundantes células gigantes multinucleadas en los alvéolos y edema multifocal. Los cultivos bacterianos fueron negativos. Aunque se aisló el virus de parainfluenza bovina tipo 3 (BPIV-3), la inmunohistoquímica no detectó antígenos virales en las lesiones, descartando inicialmente una relación causal directa.

Hipótesis ambiental y diagnóstico diferencial
La hipótesis más firme del equipo es que se trató de una neumonitis por hipersensibilidad, un cuadro poco común en bovinos, pero bien documentado en otras especies. Esta patología se desencadena por la exposición continua a polvos orgánicos —especialmente con esporas de hongos en fardos o camas contaminadas— que generan una reacción inmunológica exacerbada y dañan el tejido pulmonar. “La presencia de células gigantes multinucleadas dentro de los alvéolos, sumada a la ausencia de patógenos infecciosos, apuntaría a una reacción de tipo alérgico”, explicó Cantón. Y agregó: “Es fundamental considerar esta enfermedad en el diagnóstico diferencial, especialmente en tambos con cama de tierra y condiciones secas y ventosas”.
La cama de tierra como factor de riesgo
Aunque no se evaluaron directamente alérgenos o la carga de polvo en el ambiente, el trabajo menciona que las condiciones del sistema de corrales, sumadas a un clima más seco y ventoso, podrían haber favorecido la suspensión de partículas. Estudios previos indican que el polvo con partículas menores a 4 micrones puede llegar hasta los alvéolos, transportando bacterias o toxinas que desencadenan reacciones inmunes (McVean et al., 1986; Sweeten et al., 1988).
La fragmentación de estiércol seco por pisoteo también es una fuente clave de polvo ambiental en estos sistemas. Cuando la humedad del suelo supera el 30 %, la generación de polvo tiende a disminuir, lo que refuerza la necesidad de considerar variables ambientales en el diseño de instalaciones.
Impacto productivo
De las 135 vacas afectadas, 105 habían sido tratadas con antibióticos y antiinflamatorios: solo 25 respondieron favorablemente, 50 fueron descartadas por falta de recuperación, y 30 no volvieron a sus niveles iniciales de producción. Las 30 vacas restantes fueron tratadas solo con antiinflamatorios y mostraron cierta recuperación. Se estimó una pérdida promedio de 10 litros por vaca.
A pesar del aumento en la morbilidad, la tasa de mortalidad general del rodeo no se incrementó respecto al año anterior (≈ 7,5 %), lo que resalta el valor de la detección temprana. “Uno de los aportes más importantes de este trabajo fue mostrar cómo el uso de plataformas de monitoreo de actividad y gestión sanitaria puede ayudar a detectar tempranamente enfermedades poco visibles y mejorar el pronóstico”, destacó Emiliano Sosa, primer autor del estudio e investigador del IPADS Balcarce (INTA – CONICET).
Repensar la sanidad respiratoria en sistemas intensivos
Este trabajo invita a revisar los enfoques sanitarios tradicionales en los sistemas lecheros intensivos, donde factores no infecciosos como el polvo ambiental o la cama de tierra pueden desempeñar un rol determinante en la salud respiratoria. La neumonía por hipersensibilidad debe incluirse entre los diagnósticos diferenciales ante cuadros respiratorios persistentes o atípicos, especialmente cuando no se identifican patógenos específicos y los tratamientos convencionales fracasan.
También se resalta la importancia de realizar estudios ambientales para comprender las condiciones que predisponen este tipo de patologías: tipo de suelo, humedad, calidad del aire, material particulado en suspensión, entre otros factores. Como destacan los autores, aunque no se logró confirmar una causa específica, los hallazgos clínicos e histopatológicos son altamente compatibles con una neumonitis por hipersensibilidad, similar a la descripta en humanos expuestos crónicamente a polvo orgánico.
Este caso refuerza el valor de las herramientas tecnológicas aplicadas al monitoreo individual en tambos, que permiten anticipar eventos de salud y actuar con mayor eficacia frente a enfermedades difíciles de detectar en etapas tempranas. En definitiva, el abordaje integral de la sanidad en los rodeos lecheros debe considerar no solo las infecciones tradicionales, sino también nuevas amenazas asociadas al ambiente y a las condiciones de manejo.